Tanto cuando te pones al volante de tu propio coche como cuando lo haces con uno que has alquilado, es importante que tengas algo muy presente en pro de tu seguridad, de quienes viajan contigo y de las demás personas que circulan por la misma vía que tú. En concreto, nos estamos refiriendo a que debes tener en consideración cuál es el mejor calzado para conducir un automóvil.

Para elegir el idóneo es fundamental que partas de estas máximas fundamentales:

  • Es primordial que el calzado haga que el pie esté bien sujeto y no suelto.

  • De la misma manera, es esencial que sea muy cómodo, especialmente si vas a conducir durante varias horas.

  • No menos importante es que debe aportarte ligereza, para que así tus movimientos en los pedales fluyan y no se vean limitados de ninguna de las formas.

  • Por supuesto, otra regla fundamental para elegir el mejor calzado para conducir un coche es que debe transpirar. Es decir, no debe recalentarte el pie porque eso te generará incomodidad y se te pegará, pues hará que sude en exceso.

Por tanto, teniendo en cuenta lo expuesto, debes conocer que las zapatillas de deporte y los mocasines son las mejores opciones a la hora de ponerte al volante.

Es más, partiendo de esas mismas premisas, debes saber que hay una serie de tipos de calzado que están absolutamente prohibidos a la hora de ponerte al volante de un vehículo, ya sea el tuyo o uno alquilado, como los que puedes obtener en nuestra empresa de rent a car, Viva Cars. Nos estamos refiriendo a estos modelos de zapatos:

  • Las sandalias y chanclas jamás debes usarlas para conducir. Y es que el pie no va sujeto, se pueden enganchar en los pedales y, además, suelen ser resbaladizas. Tan prohibidas están que si te ven al volante con ellas te pueden poner incluso una multa.

  • Los zapatos de tacón tampoco son adecuados a la hora de moverte en coche. El motivo es que son inestables, hacen que el talón no esté en contacto con la superficie del coche y no te dan precisión a la hora de realizar la pisada de los pedales.

  • Las botas de montaña y las de agua igualmente debes desecharlas como calzado adecuado para conducir. El motivo es que son incómodas para realizar esa labor, resultan demasiado rígidas y, además, son muy gruesas. De ahí que limitan los movimientos que puedes realizar con los pedales y no te darán demasiada agilidad en los mismos.